domingo, 2 de noviembre de 2014

POETAS DE HUEHUETENANGO. SEGUNDA PARTE DE LA ANTOLOGIA VEINTE PLUMAS QUE PESAN.


Elder Exvedi Morales Mérida

POESÍA DE UN SOL QUE CRECE

 

Regrese,

Halle mis huellas

Y me reencontré.

Es este

Uno de los mejores hallazgos

Que he hecho.

 

Y ahora,

Estoy aquí,

Charlando conmigo mismo,

Fumando melancolía,

Tejiendo la canción más radiante

Y planeando el futuro.

 


No me interesa

El éxito superfluo

Y las apariencias.

 

Me interesa

la sonrisa genuina,

el pan sobre la mesa

ganado con dignidad

y honradez;

la amistad sincera

y no postiza.

Me interesa la ternura

Límpida y sin mascaras.

 


 

Es irónico estar exilado

En mi propio pueblo.

 

Jamás imagine

Cuantos dolores

Me esperaban en la vida.

 

Pero no me arrepiento  de mis pasos

De mis sueños,

De mis anhelos.

De nada.

 


Enmudecieron las palabras

Y mi alma,

Cual guitarra huehueteca

Guardo aquel silencio

Tan temido por siglos.

 

Enmudecieron las palabras

Mientras te marchabas

Para jamás volver.

 

Solamente las lagrimas

Gritaron

Tanto dolor

Y desesperanza.

 

Y ahora

Eres de otro.

 


El reloj descuartiza el tiempo

Y mi humilde pluma

Va pariendo los versos

Que dicta mi alma.

 

He retornado.

He renacido de las cenizas

He vuelto a la senda.

A nuestra senda.

 


Bajo el torrente del tiempo.

Ya no soy

  Exactamente el mismo.

 

Antes sonreía.

Era un iluso.

Un soñador empedernido.

 

Ahora estoy solo,

En este recodo del mundo;

Agonizando,

Hartándome de melancolía.

 

Y de tus recuerdos.

Y de tu ternura lejana.

 


Vete

Con tus conjeturas

Y con tus versos imbéciles,

Me dijiste.

 

Y me fui.

Me marche.

Me largue.

 

Y ahora,

No soy más

Que una guitarra sin cuerdas,

Sin pentagramas,

Ni sonoridades.

 

Soy una guitarra desvencijada.

 


.deshilvano

El mundo de los recuerdos

Y ahí estas tu

Con tu ternura infinita.

 

Hundo mis ojos

En tu mirada

Y retornamos

A aquella senda

Que tanto ame,

Que tanto amamos.

 

Ya no estás,

Es cierto,

Pero gracias a los recuerdos,

Nos reencontramos

Y nos reímos del silencio,

De la distancia

Y de la muerte.

 


Luchaste con el alma,

Hermano mío.

 

No en vano,

Eras bardo enamorado

De la vida y del arte.

Y por eso,

Los buitres de carroña

Te cortaron la existencia

Y esta sociedad hipócrita

Guardo silencio.

 

No dijo nada.

No protesto.

No alzo su voz

Y tampoco

Derramo lagrimas

Por tus versos,

Por tus huellas.







 

Brenda Zacnicté Monzón de la Peña

 

Hombre

 

Hombre

Pecado al rojo vivo.

Invitación a perder la cordura,

A amarte con tanta dulzura

Para morir de pasión entre tus brazos.

 

Llama ardiente donde quemo mis deseos

Isla de encantos donde me pierdo

Para renacer en las llanuras de tu vientre

Como una loba sedienta de tus labios.

 

Ser que perturbas mi razón

Donde escondes el cajo de tus deseos

Quiero abrirlo para que correteen

En los laberintos de mi cuerpo.

 

 

Mujer de trigo, tierra y agua

 

Yo no sé

Ni siquiera quien soy

Solo sé que soy

La que tú quieres

Que yo sea.

 

Soy los ojos

Que reflejan tu mirada,

La lluvia que empapa tu cuerpo,

La caricia que no se reprime.

 

Soy la que es y será.

El llanto hecho risa,

La mañana clara que te despierta.

 

Esa soy yo

La esencia del amor y la pasión

Hecha mujer,

Mujer de trigo, tierra y agua.

 

 

¿Cuántos besos podre robarte con diez rosas rojas?

 

¿Cuántos  besos podre robarte

Con diez rosas rojas?

Hoy lo sabré.

Te regalare flores

Y te llevare serenata.

 

Te diré que te quiero,

Que por las tardes

Añoro verte junto a mí,

Cerca de la fuente de la plaza.

 

¿Cuántos  besos podre robarte

Con diez rosas rojas?

Tal vez sea uno o quizá ninguno.

 

Déjame probar de nuevo tus labios

Que saben a almendra,

A fresca mañana de otoño.

 

Quiero morder suavemente tu boca,

Quiero sentir tu piel,

Quiero verte de nuevo a los ojos

Quiero embriagarme con el olor de tu pelo.

 

¿Cuántos besos podre robarte

Con diez rosas rojas?

No me castigues más con esa duda

Y regálame la miel de tu boca,

Que no resisto más ese deseo.

 

 

 
                                                   



 
Danis Omar Rodgríguez
 
Fragmento del poemario “Expatriación”
Ganador de los LIII juegos sahuayenses
Diciembre 2008
Sahuayo, Michoacan, México
 
Lloro en las madrugadas de la patria
cuando sueño zapatos vacíos
tirados en los escombros de una casa.
Lloro sin solución, como lloran los árboles
o como lloran los recuerdos
cuando tienes alzhéimer.
 
Y es que hay un gran dolor desde acá hasta mi casa
por los pobres caminos que quedaron sin huellas
por los pobres zapatos que quedaron sin huellas,
por las pobres esperas que quedaron sin huellas.
 
Más que las fotos pálidas, me aterran los zapatos
vacíos,
me aterra la sinrazón de las ausencias,
la terrible patada que golpea la frente
por los que ya no caminan en la senda.
 
Y no entiendo por qué,
pero despierto a gritos
cubierto de zapatos que claman por sus dueños
cubierto de caminos ya cubiertos de grama
porque nadie los pisa,
por puentes que se caen nuevos en el olvido,
por puertas que ya nadie cruza por las mañanas.
 
Y es que hay un gran retazo de ansiedad en la ausencia,
hay pedazos de vida que ya nadie respeta,
hay fragmentos de sueños que ya nadie recuerda.
¡Ah, zapatos vacíos! Nadie los llenará
y seguiré despertando entre el insomnio
desgranando recuerdos de los asesinados
Así, sin solución,
sin sueño,
sin salida.
 
La patria que me duele la tengo entre mis noches
atravesada toda por la mies del silencio
crucificada antes y vuelta a crucificar
traicionada antes y vuelta a traicionar.
 
Es como un campesino desatado del alma,
es como un niño muerto a lo largo del hambre
es como una marcha que va
desde el fondo de la verdad hasta el olvido,
es como una protesta de esas
que no requieren bombas lacrimógenas
para soltar el llanto.
 
Esta patria es de lluvia sin techo entre los árboles,
esta patria es la tumba sin lápida en el monte,
esta patria es la abeja sin flores en su danza.
Campesina doliente, esta patria desvela
cuando viene a empellones con sus golpes de sangre
cuando viene a trompazos con sus desvelos pálidos
de cuando era la guerra.
 
Esta patria no brilla con luces insensibles,
esta patria no canta como viento en los árboles,
esta patria no invita como paisaje indómito.
 
Sube por los recuerdos cuando llega la noche,
se escucha como paso de bota militar
en la orilla del sueño.
Patria decapitada en la noche esculpida;
esta patria palpita como tres corazones
aferrados al miedo.
 
Es patria de cobardes y es patria de valientes,
de niños que se fueron tras un sueño oloroso
que no pasó de sueño,
de niños enjaulados en carros militares
y de gente sin retorno.

Esta es la patria mía, la que rompe mis ojos,
la que derramo a gotas cuando pienso en los muertos,
la que derramo a mares cuando encuentro las fotos
de los que no volvieron.
 
A una madre muerta
Las madres n o se mueren, se sientan a cuidar
Desde allí, desde enfrente, sin que podamos verlas
Y las gotas que nacen de los ojos son perlas
De un rosario de rezos que ellas saben rezar.
 
Las madres no se marchan, se cambian de lugar
Para que así nosotros, que queremos tenerlas,
Las tengamos por siempre, sin temor a perderlas,
Llena el alma de cielo y los ojos, de mar.
 
Y no hay poder humano que comprenda esa entrega
Que comienza en el alba, que comienza al nacer
Y que no finaliza cuando la muerte llega
 
Las madres son la almohada para poder poner
La cabeza cansada, son la fuerza que llega
El alma cuando empieza el hombre a desfallecer.
 
¿Qué es esto?
¿Vale la pena este dolor que mata
Que quema el alma y que derrota al grito?
¿Vale la pena este dolor que escrito
Entre los ojos, la ansiedad, rescata?
 
¿Qué nos cobra la vida cuando ingrata
Muestra la espalda al corazón contrito?
¿Cuándo todo se inclina ante el marchito
Dolor que nos embarga y que nos mata?
 
¿Es esto amor, o solo la agonía
De una luz que se quiere y no se alcanza
Entre la soledad del día a día?
 
¿Es esto amputación o es una lanza
Que atraviesa el costado cuando envía
Al amor mas allá de la esperanza?
 
PERO…
Tuve un sueño y estabas tú conmigo
Navegando entre olvidos y naufragios
Una nave viviendo los presagios
De tormenta y de flor, beso y castigo.
 
Fue una noche con nadie de testigo,
Nadie que nos dijera los adagios
Con que se adornan los hados los contagios
Para hallar del amor fuego y abrigo.
 
¿Eras tú?, no lo sé, lucia tan real
 La imagen del recuerdo que estallaba
Y todo lo que giraba hasta el final.
 
Era el sueño y el alma que intentaba
Encontrar una imagen natural
En la inconsciencia en la que me ahogaba.
 
PERO…
Busco sin encontrar en lo vivido
La imagen de un amor no consumado,
Una mujer que gris,  habría dejado,
En un lugar donde creció el olvido.
 
Busco aquel sueño azul que nunca ha sido
Barca que al yo llegar, había zarpado:
Estrella que fugaz había cruzado
El cielo cuando estaba yo dormido.
 
Amor perdido sin nacer siquiera,
Flor moribunda que nació en la nieve,
Mariposa volando a media hoguera.
 
Niña imposible que jamás se atreve
A cruzar los caminos de la espera
En donde vive mi tristeza leve.
 



¿Qué les puedo decir…

 

Que les puedo decir

Si yo nada entiendo de la vida

Y se poco de su complejidad.

 

Solo se vivir al paso del viento

A donde me lleve el rio

Con su caudal.

 

Distancia

No me llames amor

Si no me amas.

 

No me llames pasión

Si no me deseas.

 

No digas que soy tuya

Si no me tienes.

 

Mejor llámame distancia

Porque a mí, nunca llegas.

 

Color de rojo fuego…

Color de rojo fuego

Es la sangre que me corre

En las venas, furia espesa

Que sepulta las piedras.

 

Liquido que enciende mis motores

Derriba muros, derriba fieras

Lanza al viento su grito aguerrido

Va por el mundo

Cantándole al tiempo

Que no habrá nada

Que la detenga.

                                                                


                              
                                        
Margarito Granados Ramos

I

Fruta Madura

¿Qué lluvia se llevo con ella tu dulzura?

 

II

Esa Bestia del Miedo

 

Vestida de fiesta

La alegría paso por la ciudad

Llamando en cada puerta

Y luego huía riéndose

-Traviesamente-

De quienes le abrían

Cayendo en su juego.

 

Multitudes fóbicas

Asomaban el rostro

Y la buscaban sin encontrarla.

 

Detrás pasó el miedo,

Con ceño fruncido

Y olor a pólvora,

Orinando paredes y ventanas

Andenes y parques,

Mercados y bancos,

Escuelas e iglesias

…Así, nuevamente,

Por si las dudas,

La bestia del miedo

Volvió a marcar su territorio.

 

III

Poesía

En la tétrica mansión

Del silencio

La aldaba de la puerta

Es consejera anónima

De la quietud.

El moho es solo una firma

Cuya huella petrifica

En la inconsistencia

Y,

Atropelladamente,

Caen los segundos al abismo de la nada.

 

Un sonido,

Entonces,

Es una canción

Que resquebraja el barniz

De esa quietud silenciosa

Y brilla una luz:

El yo de la palabra.

 

 IV

Simplemente

 

No soy hombre viejo,

Soy hombre vivido,

La edad es tiempo desgranado.

Y

Pagado

Segundo a segundo.

No le debo al tiempo.

 

V

Adiós

 

Has dicho que te vas y para siempre…

Lejanamente sonríes,

Volteas y te marchas…

No te detengo, llévate tu cuerpo

Pues, ha sido eso lo que únicamente

Ha convivido conmigo.

 

VI

Concepto

 

Aquí está la paz…

Y una paloma rígida te cae

A los pies que descalzos han venido

Sangrando con su carga de agonía

Alargando caminos de hambre, sed, ausencia…

Aquí está la paz…

Y te dan una jaula de dolor

Con el secuestro.

 

Pero eres libre;

Así lo dice la radio

Así lo dice la televisión y

La prensa de subasta.

Así nos manejan el concepto.

 

 

                     VII

Breves

 

El rio canta.

Se endulzan sus aguas

Cuando me besas.

 

--

Toda alegría.

El sol es más sol,

La luna mas luna

Cuando sonríes.

 

---

La noche ríe.

Ya luz de tus ojos

Les hace cosquillas

Cuando me miras.

 

---

Me miras, te miro;

Silencio y silencio;

Escapas, escapo:

Así es nuestro miedo.

 

---

Oscuro, oscuro…

Profundo, profundo:

Así es mi silencio.

 

---

                                                                               Nadie le canta,

Todos la ignoran

Fea como es

Nadie se acuesta

Con la miseria.

 

 

 

---

Vive tan sola,

Ríe tan triste

Nadie la quiere

¡Gorda pobreza!

 

---

Fría como es,

Todos le huimos;

Pero, es el caso:

Terminamos durmiendo
 
                                                                                        Con la muerte.

  


                                           
 

Arnoldo Edilberto Tánchez Palacios

 

ATRÁS DE ESE PASADO

 

Ayer no eras libre

El corazón se enfurecía,

Como angustia del viento,

El pasado eran tus rejas,

Más allá de ese adjetivo abstracto

Estabas escondiendo tu memoria

No solucionabas sino los sueños

Haciéndote delirar transparencias

De una individual libertad.

Llegaba constante el ayer,

Hasta que la colina de enfrente

Suscito un aliento

Deslizándote por el

Y desde donde pudiste ver

Al otro lado,

Perdiéndote en el viento

Inconmensurable de tu libertad

Y resucitaste

Con la diaria sonrisa de la colina

 

 

OJOS EXPRESIVOS DEL SILENCIO

Esa mirada de niño

Es la suprema libertad.

Ve en el silencio

Su enigma,

En el se alojan todas las noches,

Fluye el pensamiento

Y sus ojos expresivos de ese silencio

Es la única lumbre

Del mundo desconocido.

El niño, su libertad,

Lo dicen:

Esos ojos expresivos del silencio.

 

CUANDO PERDIMOS UNAS CADENAS

Fue sin tiempo,

Hecho cósmico,

No hubo dialogo sino con el alma,

Los escrúpulos no se contaron,

De arriba provenía la luz,

Pero sin entendimiento

Aprendimos a romper

Por la cintura, las cadenas sin edad.

Se exigía rencor,

Sangre vertida en la tierra,

Palabras decisivas sin coherencia

Para equivocar los nombres,

Palpitaciones contadas,

Valor en cada puño

Para asestar el golpe en el corazón

Del enemigo, y,

Saber morir sin sentir la muerte

Sino esquivarla con la tarde

Que hizo perder unas cadenas

Las que no ansiamos, sino vencerlas.

 

YENDO CONTIGO SOY LIBRE

Los sueños forman el muro,

De transigencia

Muy estático y mudo,

Tiene fisuras

Son las de la eternidad,

Por ellas se despide el viento, y,

Yendo con el estamos libres.

Pero el viento no es para todos,

Se alarga con su intemporalidad

Se deshace en el muro de las almas

Que de cansancio sucumben,

Lo recobramos a la distancia,

Por fin, en su saeta de universo,

Incognoscible sin poderlo forma en pintura

Lo llevamos al alma,

Que no pertenece a las tumbas.

¡Claro viento,

Sustancia de vida

Yendo contigo soy libre!

 

TIEMPO RECOBRADO

 

Recobro imágenes,

Buscadas en el último recodo

De los minutos perdidos

En el túnel de mi soledad.

Estaban desaparecidas,

El último las sepultaba pareciendo inertes,

Sin vida, sin nadie que las sacara del vacio

Eran las imágenes

Del espíritu frente a la aurora,

Las negaba, las odiaba,

Y un abismo nos separaba.

Llego otra primavera,

Sus luces,  su raro olor a fruta prohibida

Tuve que nacer otra vez

Recobrar todos los amaneceres.

De música de lirios,

De ríos desbordando su gracia

En las riberas de calladas arenas,

Y su brisa de ángeles.

Naci de nuevo, pudiendo al fin

Recobrar otra vez todos los amaneceres,

Recorrer en ellos mis días,

Mis ilusiones,

Respirar de nuevo al hombre libre.

 

MÁS ACA DEL COSMOS

Tu simpleza,

Tu sola sonrisa de nadie

Es tu libertad, todo tu ser,

El milagro de la vida

Estando más acá del cosmos.

La rebeldía de tus repetidas frases

Se pierde en tus cabellos

 Sueltos al viento.

Protestas

E invades las calles,

Eres útil, francamente rebelde

Más acá del cosmos.

 

 

CORTOS POEMAS EN DIAS DÍFICILES

 

I-                    El campo recorría tu piel

De tantas distancias – que llevamos contadas

De tanto tiempo si su risa

Por el final de muchas tardes.

 

II-                  El cortejo de tu cintura

Es este sol que alumbra mi rostro.

 

III-                El medio día parecen tus ojos – cuando

Resplandece ese fuego – para calcinar otras

Miradas -, y que corra el infinito y tus horas.

 

IV-               Para aligerar mis mañanas, tuve que moldearlas

De cristal – y atisbar el dolor de los demás.

 

V-                 Solo unas palabras, sin el sentido de lo completo

Bastaron para escribir sobre piedras

El último momento de nuestro adiós.

 

 

IRONÍA

Porque no vas a la escuela domingo-

-porque tengo que trabajar.  Donde trabajas

En la construcción de la nueva escuela.

 

PERSUACIÓN A LA PERVERSIDAD

 

Para escribirte use el agua

Que quedo en los tejados

Del último invierno

Y así relacionar el tiempo

Que escapo de nuestras manos.-

…..

 

 

A veces me entusiasman los cipreses

casi me enternecen

Me hacen reencontrar

El dilema que es el tiempo.

Están perpetuos frente a la ventana,

O casi muertos,

Manos de hombres los están quemando,

Aun cuando el siglo

Calcine esas mismas manos.

 

…..

Por la estepa de tus muslos,

Despertare mi tiempo.

Abriré el camino

Para recorrer también tu tiempo.

 

…..

Volveré a conversar contigo,

Cuando la noche se muestre violenta;

Y las palabras iracundas

Puedan inquietar el silencio,

Que nuestras almas

Han transformado en costumbre.

 

 

OTROS POEMAS

En febrero nunca escribí de ti,

Parecías lejana.

Me dedique a los amaneceres,

Sin mas tocar tu nombre.

Enfilo mi ser de alegrías,

Viendo al niño regar las flores,

Las totales estrellas han permanecido

Como otro jardín.

La única protesta es la vida

Por no regar el corazón.

Febrero pasará y otras voces,

Inundaran el viento,

Y toda esta guerra humana

Estará despierta, sin solucionar nada

Y ya jamás

 Escribiré de ti.

 

….

 

Hoy, en el parque

Se escuchaba ruidos y protesta.

Ya no se toma en cuenta

La dimensión de las flores

Y sus colores.

La grama, la lluvia

De una y dos tardes de febrero.

A cien metros de mi escritorio  y máquina de escribir

Están las voces de los maestros.

En la vida vuelven a protestar

Después de muchos silencios.

Hoy son los maestros, mañana los campesinos,

Luego los desempleados,

Detrás vendrán los jóvenes,

Y, los niños protestan

Porque nadie los escucha.

Pero siempre volverán

Una por una las flores

De los jardines del parque.

 

….

Es calor, es tu cuerpo,

Son los años que nos vencieron.

 

….

A esos pies descalzos

De niño y niña

Que se pasean por las calles

Sin preguntarse siquiera

En inocentes corazones

La razón de no tener zapatos.

 

 

NARRATIVA CORTA DE IXCAN GRANDE

–PORQUE YO VIVI INTENSAMENTE LA AGONIA DE ESA TIERRA DURANTE 178 DIAS –

 

VELACIÓN

Ayer, anoche, todos en la aldea acudieron al velorio del niño Pedro Pablo que murió de disentería aunque corrió la noticia que los nahuales se lo llevaron. Todos fueron corriendo, dejaron los quehaceres. Era un hecho poco conocido en la aldea, además habría comida y licor.}

 

FÁCIL NUMERACIÓN

La vida de Cecilia Mendoza.  Cecilia Mendoza fue comprada para matrimonio en la aldea Ojo de Agua, por la cantidad de ciento treinta quetzales; el matrimonio con Juan Sales duro ciento treinta días. El único hijo concebido, al nacer, vivió apenas ciento treinta horas.  Actualmente Cecilia Mendoza se refugia en la ciudad y sirve en una casa con salario de ciento treinta quetzales.

 

INVETERADO LIMONAR 

 

Veinte años después de haber nacido aquel limonar del traspatio de la casa de los abuelos, fue sacrificado para siempre y los zompopos ahí sobrevivientes emigraron a la casa contigua en cuyo traspatio existía otro limonar sacrificado después que dio sus frutos durante veinte años.

 

Los zompopos continúan buscando limonares cada veinte años, para no perder la progenie y la esclavitud y así un día moraran en el infinito
                                                                    cuando ya no existan



      


                                
Rudy Alfonzo Gomez Rivas

 

Alumbrando heridas

 

Los dedos alumbran mis heridas

mientras recobro los recuerdos perdidos

y los convierto en mariposas.

 

Causa justa

 

Emerjo desde la tumba

de mis días muertos

callado

con los ojos cerrados

trato de encontrar

en medio de esta agonía que me circunda

rasgos de una causa justa.

 

Suicidio no tan absurdo

 

Cantaré cuando tenga que cantar

lloraré cuando tenga que llorar

reiré cuando tenga que reír

despojaré de mí toda máscara

todo disfraz

tan convenientemente impuesto

haré todo eso y más

porque me place

porque solo así evitaré

suicidarme tan absurdamente.

 

 

Alimentando la poesía

 

Remiendo esta realidad

con luz de nardos sin excusas

libero la risa apretada en los labios

detengo el tiempo en mi muñeca

para seguir bailando

en el patio fértil de mis días sin rejas           siembro palabras:

con la cosecha alimento la poesía.

 

Poemas tomados del libro “La fría hoguera de las palabras”, Editorial Chuleta de Cerdo, 2011.

 

XVII

Los rostros de mi país

son escuálidos

ausentes

lejanos

algunos veces

-por no decir que siempre-

invisibles.

Aún así por las noches

convocan al amor.

 

 

Postergado silencio

En estos días

el silencio se posterga

los cláxones revientan en las sienes

tan cierto

que en las calles

un niño improvisa un circo.

 

 

Perdiéndome silenciosamente

Hay veces que camino de prisa

para llegar a algún lugar

cuando quiero perderme

camino con el silencio.

 

Poemas tomados del libro “El silencio como invento”, Editorial Letra Negra, 2012.

 

Fundido abrazo

De inmediato la abracé, lejos de la multitud. En esa habitación únicamente los dos y el universo cerrado. Sentí como mis manos se desvanecían entre su cuerpo. En ese fundido abrazo pusimos a descansar el tiempo. De pronto su cabellera negra se abalanzó sobre mí, empezó a enrollarse por todo mi cuerpo, crecía descontroladamente. En unos instantes estaba envuelto por completo. Sin opciones de escapar. La respiración era cada vez más difícil. Finalmente me fui extinguiendo entre los incontables cabellos, apenas alcancé a ver que a ella le había empezado a nacer un cabello más.

 

 

Lo irónico

Un mago de gran prestigio y de renombre mundial, ante la exigencia de su público de realizar algo sorprendente, se hizo desaparecer. Entre aplausos, ovaciones y gritería de los asistentes aún lo esperan.

 

Por demás predecibles

Por fin, una noche después de siglos y siglos de condena, de dormir profundamente, los vampiros despiertan. Todo había cambiado. Imponentes rascacielos los inmutan. Aunque buscaron hasta por debajo de las piedras, concluyen que el mundo está habitado solo por robots, el sol los sorprende llorando desconsoladamente.
 
 
 
 
 
Francisco Sosa Ruiz
 
POEMAS
Para No Herir La Prisa
 
I
Efímeramente no todo envejece
Aun cuando la sonrisa
Amanezca sin ganas de esplender
Desde las comisuras o silencios
Ni todo tiene su postrer adiós
Bogando en las cenizas de los cirios
Cada vez que la sombra redondea su curso
Para llenar los vacios del poema
 
II
Alguien olisquea el verano
Con la misma precisión de los ensueños
Que abaten su curso floral y vocinglero
En las líneas de la tarde
Son trémulas acciones lloviznadas
Desde los mismos piracantos y jazmines
Otro que llega roza su prestancia
Delineando sus espejos de obsidiana
Su corbata mariposearía o su soplo azul
Arrugados por olvidos y pasiones
 
III
El viento pasa tan febril como la tarde
Ondulando las rutas del olvido
En la osca floración de los geranios
Pasa siempre con su cola reiterada
De plenilunios silvestres
O desovadas distancias cristalinas
Con el mismo ademan de los silencios
 
                                                                                       IV
El corazón siempre cobijara tristezas
En alguna estación de los recuerdos
Porque no inviste nudos ciegos
                                                              Ni algo que gire trasnochado
Al confluir el ansia en la materia
De aquellos que pasan toda su vida
Arqueando su futuro en las goteras
 
V
Sin perseverancia nada se hará mejor
Aun las dislocadas rutinas
Tienen sus leves variantes horarias
Los actos danzarines del espíritu
Pues son de vocación fija por naturaleza
En ellos estiban para siempre los giros
De aquellos descarriados de la tierra
 
VI
El fuego interior que nos llama y vacía
En determinadas etapas de la vida
Se rige por reiterados destellos y predicciones
De una constante y nacarada fruición
En los espejos invertidos de la sangre
Hecho el rito cotidiano de la espera
Solemos encontrar asideros perennes
De vocación y entrega para describir diluvios
Con la fe traspuesta y rumorada
 
 
VII
Nunca más nadie fue tan cierto y certero
Para incendiar los páramos azules del ocaso
Que el cuerpo ruin, pájaro cascabelero
Señor del aire y la cascada
 
En las peripecias del ocio y desvarío
Regidos por la ruta cotidiana del ensueño
Son aves de rutinas agrestes y giros renuentes
En el vacio corazón del cielo
 
 
VIII
Descrito con reiterados acentos el amor llueve
Vertical y horizontalmente en todos los rincones
                                               Apacibles de hombres cuya mirada festiva
Es diametralmente diáfana y dulce
Así las cosas nada fosforecen llanamente
Bajo su influjo y persuasión
En los múltiples caminos de la vida
 
 
IX
Hay quienes reflejan sus espejos interiores
Anteponiendo el ansia a la penumbra
Bajo arboles de sombras colectivas
El rumor que enciende sus reflejos
Resopla sobre impulsos desvariados
Sobre filos de las horas invertidas
La sagacidad de sus actos ulteriores
Vienen de alguna lumbre constelada
En el abrupto sentido de la vida
 
  X
Las rutas de los sueños se describen solas
Con la precisión celeste de los suspiros
Que habitan la tarde  primaveral
De la vida en sus anchos y diversos caminos
Solo entonces se pueden deletrear  los colores
Invictos del poema que inaugura el ocaso
En horarios de vertiente azul estrepitosa
 
XI
Debajo de horarios dulces la noche
Esfuma su pálpito perenne
En rosas de puntual azogue
En cada poro la amada luce sonrisas
Que desde su floral corazón hilvana
En rotación tibia  estelar  precisa
 
Sus silencios encallan sobre puntos suspensivos
En la sangre que designa su grisácea estación
Partiendo del olvido o  sus rosas
 
XII
  Ser poeta es una vocación de espejo
O de raíz en la misma dimensión azul
Del resplandor o la lluvia que amanece
En corolas rupestres y afanes tutelares
Hay lapsos en que el corazón nos remece
Cuando aves ascendemos geografías de polen
Hasta que nos vence la oruga del amor o de los sueños
 
 
 
 
XIII
Con la muerte florece todo diametralmente.
En esa flor irreductible hay caminos
De solemne e infinitesimal tristeza
Sus densas corolas giran en la luz
En la reverberación nutricia del aire
Que es la sonaja fúnebre mayor
Quien pregona tal suceso ya no esta
En las arterias colectivas del ensueño
 
XIV
Sueños despiertan sin concretar desvelos
En marsupiales gozos y penumbras
Entonces tus orillas arden en abismos mayores
De sal inconcreta  apacible  y  lejana
  Giros bruscos desdeñan los caminos
En elefantes blancos de asedio y golondrina
Se torna azul el viento llamaradas esquivas
La justa sensación de los ensueños
Que clavan el fulgor de otros sueños
 
 
XV
Ningún camino dado es renuente a los pasos
Si tu sombra comienza en la mañana
A girar en asperezas conmovibles y lejanas
Hablamos de rutas sin tregua y certidumbres
O de espacios abiertos a la razón fortuita
Y al corazón celeste de las primaveras
Tales pasos trascienden montañas interiores
Allende de la sangre y el olvido
Florecen en la piel y en las  miradas
Desandan su emoción y enredadera
Son vestigios de nardo en la ribera
 
XVI
Cada soplo trae en si un  nuevo augurio
 Desde algún lugar de la memoria
Hacia almanaques cóncavos o tenaces ramajes
Cultivamos asideros de polen y alabastro
En sonrisas concretas y lejanas
Tras navegar poesías en los mares.
 
 
Francisco Everardo Sosa Ruiz, alcanzo el tercer premio de la  primera bienal internacional de poesía breve de la revista correo de la poesía, en Valparaíso chile, 1,983.
El primer premio lo obtuvo, Gladis Afamado de Uruguay y el segundo el Dr. Antonio Rendic de Chile, participaron más de 300 poetas de Iberoamérica.
 
Poemas Breves
I
Hagan un lugar para mi sombra,
Fuera de todos, debajo de la casa
¡Allí donde estuve con la aurora!
 
II
Una nueva manera de cantar se ha señalado.
Cada quien, entonces, con su carrito de mariposas
Que vamos a cercar el meridiano, llenos de luz,
Metiendo nuestra voz, por los espejos.
 
III
Estamos a tiempo en los cristales,
Oteando lejanos como estrellas
Los últimos requiebros de la noche.
A base de esperanzas convivimos
Aunque el humor nos congele
La ultima sonrisa del verano.
 
En torno a su poesía, Alfonzo Larrahona Kasten dice: En los tres poemas, la nostalgia, el dolor y la esperanza nos lo muestran en un intimismo que se nos antoja universal, porque su posición es la de muchos en el mundo. Esto lo caracteriza y va su poesía como un rio subterráneo que viene a remecernos. Su poema II es bellísimo, nos muestra un poeta pleno de resonancias oníricas  que lo están incluyendo entre las nuevas voces de Latinoamérica
 
 
 
 




                    

No hay comentarios:

Publicar un comentario