SERENATAS
ENTRE LUNAS
DE HUEHUETENANGO
UNA TRADICION
QUE SOBREVIVE
A PESAR DE
TODO
FRANCISCO SOSA RUIZ
LA SERENATA DEL DIA DE TODOS LOS SANTOS. TESTIMONIOS DE UN HOMBRE,
CREADOR DE SERENATAS.
1,940-1,914. A 74 AÑOS DE DISTANCIA
En 1,983, el Grupo AHUEHUETL, publico un interesantísimo articulo de historia
sobre las Serenatas, señalando a ¨Choligo¨, García Soto como uno de os
forjadores-iniciadores de la Serenata del Día de Los Santos.
El artículo, es fundamental, para conocer a quienes hacen historia con
sus actividades artísticas. Los datos consignados se dan a conocer, sin citar
la fuente de donde se tomo la información. Incluso, hay algunos que se la adjudican
como propia, por la forma que la sirven o dan a los comunicadores, reporteros y
periodistas. Por ello, lo damos a conocer textualmente, tal como apareció hace
28 años.
LA SERENTA DEL DIA DE TODOS LO SANTOS
INTRODUCCION:
*A pie de
sus cambrayes
Huehuetecos,
el niño…*
*se te
quedaron pedidas las manos en el monte, amigo,
Sosteniendo
l forma de las rosas silvestres.*
Entre escarcha
y mugido grandes
Tierra
adentro se te huyeron deshechas en raíces,
Íntimamente
Hondamente.
No.
No pudiste
sacar tus ojos del rio aquella tarde,
Y se te
fueron para nunca, rio abajo, rio grande,
Llenándosete
de peces y burbujas…*
RAFAEL SOSA
–Poeta huehueteco-
Noches de
luna limpia. Juventud en flor cantando al amor por calles abiertas, regadas con
palidez de estrella, con vibrar de marimba, voces y guitarras.
Corren los
años treinta de mil novecientos…y en las noches de lunario esplendor, en esta
tierra dechado de inspiración y tradiciones, las serenatas afloraban bajo
dinteles, ventanales o corredores: ¡ cerca del corazón ¡ ¡desde el corazón¡…
eran aun, costumbre de pocos…
Huehuetenango
de entonces, siempre noble y apacible, como una castellana ciudad en el
occidente de la Patria,
En el interior
de los hogares de entonces, el calor humano nuevo y eterno siempre. El himno
filial del amor bajo los techos, puesto en palabras caen siempre como ramos de
mirto sobre el corazón apacible y puro. Enternecido desde siempre y para
siempre. Bordado de sonrisas de galana estirpe, de arco feliz y triunfal.
Albura tenue y esplendente a la vez.
Y el titilar
de quinqués o candelabros -con ligera
llama- fulguraban-entibiaban las horas,
la noche, el silencio, el alma: derramaban su luz en el espacio interior y más allá,
a donde el ojo y la mirada alcanzan.
Ya se
pensaba en aquella época como incrustar FAROLES que iluminarían el siempre
tendido cuerpo de las calles. Eso daría confianza a las salidas nocturnas. Sin
embargo, en las noches pali azules y de luna siempre se dejo escuchar la
atrevida caricia del corazón hecha canción, que desde el alma del intérprete ha
volado como un ángel de amor hacia el ser amado – que desde su sueño, desde su
lecho, desde su ventanal - la ha sentido
aletear o correr como delgada cascada de flores que ponen luz en su corazón.
Dulzura en su alma. En la mirada traspuesta. O el clangor solemne de las horas
constantes y estelares.
Este y mucho
mas ha sido Huehuetenango: tierra siempre artista y querendona, labrada en la
nobleza y la esperanza, en el afecto y
la honda tradición y, así se ofrece –eternamente - al visitante.
Pasa el
tiempo… pero siempre habrá un lugar donde vivía encendida, floreciendo,
cantando o luchando el corazón. Corazón hecho de recuerdos, de marimba, de
esperanza, de canción o de poesía; pero testimonio siempre de VIDA, de afecto,
de búsqueda por los caminos, entre la gente o en el callado regazo de la
eternidad
UN
LUGAR, UN INSTRUMENTO. UNA VIDA: TODOS TESTIMONIOS
-un lugar donde siempre edifico su sueño y su
esperanza. Donde canto su lágrima o su
risa…con su marimba siempre: ¡para siempre!
¿Cómo te
llamas ahora lugar?
¿Cómo te
pusieron para no perderte de los hombres y de los años?
Si, ahora se
te nombra: 1ª. Calle, tercera avenida, esquina, zona 1.
Alguna vez
te pondrán nombre HUMANO, pero siempre serás lugar de siempre.
-UN
INSTRUMENTO: ¡marimba tenias que ser! ¡Pájaro
de siglos! ¿Aun guardas tus lunas y barrancos?
Guardaste
sus años, los escondiste en la columna vertebral.
¿Cómo es
posible –animal de eternidad- que aguantes tanto silencio ahora? ¿Cómo es
posible?
Que se
hicieron las manos que acariciaban tu talle, tu columna vertebral para que te
pusieras a cantar y te rodearas de notas luminosas o estalactitas sempiternas
de notas cadenciosas musicales?
¿Dónde
palpita el corazón que se perdía con tu cuerpo en las noches de luna, amor y
recuerdo?
¡Anda
cantando en las ventanas y corredores de la eternidad!
Ahora,
marimba, estas hecha de silencio y soledad.
Marimba,
huérfana de lunas, de ventanas, de manos, del corazón que te hechizo con su
afecto y sus caricias.
Marimba de
entonces ¿Dónde está tu destino de luz y serenata?
Marimba: 67
lunas cuenta hora tu camino de eternidad.
Por aquellos
años, en aquella dirección y con una marimba pequeña –bautizada tenorcito,
entonces-, a la par, creció una VIDA, hasta hacerse de silencio, de preclara
soledad, un HOMBRE.
Allí se fundó un TESTIMONIO DE ARTE POPULAR, de afecto
eterno, nupcial, por el terruño noble. Ese testimonio dice ahora –en parte- lo
que es Huehuetenango. Nos referimos a la grande y singular SERENATA DEL DIA DE
LOS SANTOS.
Su fundador,
hecho de vida sencilla – esa es la grandeza de los hombres callados- solo,
gozaba soledad serena. Soledad de estar consigo mismo.
Acto de
comunión con lo más hondo, con lo que se es, se piensa y se siente. Vida
hondamente personal, irreemplazable en lo más profundo.
VIDA DE DON
RODRIGO GARCIA SOTO: pionero de la institucionalización de LA SERENATA DEL DIA DE LOS SANTOS, ahora
tradición que siempre identificara a esta tierra de promisión, encanto y de
esperanzas.
¿Dónde estás
callado y noble SERENATERO? Aquí están vacías las ventanas. Aquí esta callada
tu marimba, tu animal de sueño, de barranco y luna. ¿Dónde estás? Estas
persiguiendo lunas, ¿ahora escondes tu
sencillez y tu nobleza en flor en las estrellas?
¡Siempre nacerás,
VIVIRAS en cada serenata y todas las marimbas, de todos los tiempos de Huehuetenango!
¡Ya te
hiciste de eternidad, marimbas y ventanas!
¡Recuerdo de
emoción, fulgor y sueño. Regadera de otoños, de alta luz de lunas!
DATOS A
MANERA DE CORTE HISTORICO: TESTIMONIOS DE UN HOMBRE
Don Rodrigo García
Soto, nació en esta ciudad de Huehuetenango, lugar perpetúa nobleza y marimbas,
por excelencia.
Sus padres
fueron don Rafael García Guillen y la Profesora Guadalupe soto.
Vio la luz
de la vida el 2 de junio de 1,914 y falleció en su misma tierra el 6 de
septiembre de 1,983; justamente donde creció con su marimba la que fue siempre
su moreno ángel, el que
-nimbado por
sus manos- cantaba himnos alabados de amor y de esperanza, con los que inundaba
el luminoso cielo nocturno de Huehuetenango y su huella mas esplendente y
regocijo la dejo para cada 31 de octubre hecha serenata.
Desde su
niñez, don Rodrigo, fue proclive al arte musical. Su tío, don Manuel Soto,
siempre se extasiaba cuando lo veía hacer ejercicios de percusión sobre mesas y
sillas: el afecto filial genuino siempre capta lo más hondo del alma y la vida.
Así es como lo sentía un genuino artista
Y le hizo un
regalo: una pequeña marimba, la que fue su entretención en toda su infancia y
por siempre, su acompañante hasta la muerte.
Como
anécdota se relata –en torno a su niñez- que fue un niño singular: nunca quiso,
como los otros niños, pues estuvieron ausentes de sus manos los cincos, los
trompos bailadores, los capirotes, tampoco encumbro los barriletes de la tarde…
Su único
juguete fue la marimba –regalo de infancia- marco la INSTITUCIONACIONALIZACION
DE LA SERENATA DEL DIA DE LOS SANTOS. A partir del 31 de octubre de 1,940.
Claro, ya lo hemos dicho antes ya se daban serenatas en diversas noches y
lugares, en las que eran otros actores, muchos de ellos anónimos...
Noches antes
de la fecha apuntada Don Rodrigo convoca a varios amigos suyos y les propone su
inquietud. Con afecto, admiración y
respeto, se recuerda a tres de ellos: Don Ciriaco Gutiérrez,
Siempre
sencillo y noble violinista. Don Romeo Castillo Solares, quien fue quien
solicito el permiso a la entonces JEFATURA POLITICA, hoy GOBERNACION
DEPARTAMENTAL. El tercero cuyo nombre no
se recuerda y pasa a ser un anónimo participante.
A partir de 1,941
la Serenata fue más prolija, ya que se agregaron, -regando con sus almas-
ventanas y calles, don Leandro y don Lorenzo Palacios.
La noche de
entonces, envolvía marimbas y luceros. Desfilaban
por sus horas los arranques jubilosos de los muchachos huehuetecos, ya con
bandurrias, ya con violines, ya con marimbas: fue una escena nocturnal con
regueros de orquesta; un acto esplendoroso en el decir de alguien que presencio
aquel evento.
Consta,
pues, que desde el 31 de octubre de 1,940 se llenaron los balcones, los
dinteles, corredores y calles de la ciudad de serenata y, desde entonces, no ha
dejado de realizarse.
Este evento
de arte popular, de regocijo y manifestación de acercamiento o comunión es
ahora una solida tradición que identifica la idiosincrasia de Huehuetenango,
Don Rodrigo García
Soto, ya no está. ¿Es acaso un perito de estrellas y eternidad? ¿Acaso ejecuta
música celeste entre los ángeles…allá donde nuestras pupilas ya no ven?
El fundador
de nuestra tradición fue como los genuinos artistas de nuestra tierra: no lo
dicen que lo son, no lo vociferan, ni manipulan medios de información masiva.
Jamás fue
proclive a la publicidad. Fue sencillo –esa es su grandeza. Ahora el tiempo lo difunde. Es claro
testimonio,
No tuvo
angustias, ni ansias de poder…no se escudo en el arte para proclamarlas.
Nunca dijo
ser fundador de tradiciones. No fue necesario: LA HISTORIA GENUINA DE SU PUEBLO
SE LO RECONOCE AHORA.
GRUPO AHUEHUETL
OCTUBRE DE
1,982.
………………
DISCURSOS
BREVES PARA UNA SERENATA SIN ORILLAS
En el confín
del silencio, la soledad y oscuridad de la noche los serenateros, salieron a hurtadillas, con sus instrumentos
y muchas ganas de canta, para endulzar los oídos de las más guapas huehuetecas
de la época.
………………….
Hacia 1,920,
ya se congregaban en el atrio de la Catedral huehueteca, grupos musicales. Ahí
se cantaba para la virgen, patrona del pueblo; romper la monotonía de la vida
diaria o salir de rutinas, simplemente.
La actividad
se vio como buena y, tras ser aceptada por el pueblo, se fue fundando
tradición.
Es decir,
que se quedo para siempre.
…………………………
En
Huehuetenango, siempre ha habido, hay y habrá músicos talentosos que vuelquen
su inspiración en bellezas naturales, mujeres y otras cosas.
La vida así,
transcurre hermosa. Digna de vivirse, alentados por paisanos con la misma,
luminosa identidad arraigada en el devenir del tiempo y el espacio.
……………………
La música
serenatera de todos los tiempos, que ha inundado balcones, calles, casas y
cementerios ha ido variando escasamente. Hay en ella, tristeza, alegría,
abolengo y nostalgia del pasado, asi como otros ingredientes que han hecho de
la misma una tradición genuina, para orgullo de los huehuetecos.
………………………
.
La serenata
trae en suma, recuerdos infinitos, que no podrán borrar ni la indiferencia de
algunos, ni el furor de otros.
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Marimba y
guitarras fusionan su canto, para cumplir con la tradición. Cumulo de sonidos,
voces y ensueños. Melodías percutadas en el corazon del hormigo, a la luz de
una luna coqueta y esplendorosa a la vez.
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Nada hay,
tan canoro y dulce, como la serenata huehueteca, que se resiste a morir, pese a
los tiempos y la fanfarria estridencial de la música chusca ocasional. Aquí
emergen de nuevo los boleros, los pasodobles, los foxtrot y los danzones, para
rendir la pleitesía debida a la amada y al corazón que que no deja ir a nadie
con las manos vacías.
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Las
serenatas tienen un sabor a melancolía cuando en el corazón de la luz
esplendorosa, el olvido o el recuerdo remecen al Ser, con la misma fugacidad
del clangor de las campanas.
La noche,
entonces, se disuelve en las marimbas y estas en los balcones fervorosos del
anhelo, en pos de un beso dulce o una mirada enamorada o soñadora.
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Hay en el
recuerdo, tiempos de azul melancolía.
Fulgidos instantes de amatista. Cadencia de emoción y fuga, en esta serenata
intemporal, tan huehueteca como las miradas de las damas nacidas en esta tierra
de madrigales.
Que su
música no se vaya, que se quede siempre. Siempre. En las ventanas abiertas del
alma, en las rosas del corazón y en la flor de los sentidos.
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La serenata
constituye un espacio fundamental para que la música llene los corazones de
absoluta ternura y nubico afán. Vale deleitarse con esas notas sublimes y hacer
de cada momento un sueño.
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Son momentos
apacibles y felices, fulgidos, añorados, en suma, forjados a la luz de los
recuerdos y la luna. Las melodías en marimbas sucumben al encanto de la noche
que entreteje instantes sublimes, de amor y de embeleso.
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Guitarras y
marimbas, corazones bifurcados en el celeste itinerario del tiempo y el
espacio.
Serenata:
ecuación de multiplicadas escalas en ritmo cantarino y soñador, bajo los signos
tutelares del recuerdo y la nostalgia. Alma y luz del rocio. Flor y nata del
anhelo.
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Serenata
huehueteca, torrencial es mi voz en tu simbiosis marimbera, cuando las
guitarras asoman radiantes y jubilosas para rendir pleitesía a este pueblo de
doradas luces, de calles enredadas en el fulgor del tiempo y damas aromadas de jazmín
y de lucero.
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La serenata
tiene un güipil musical-multicolor. El halo que la inviste llena la atmosfera
de cantos y recuerdos. De luz y algarabía.
El cálido
como fraterno abrazo de la noche se enracima y canta y todo es fiesta. Tal vez
por eso, no hay quien, se resista a echarse un grito, ante el jubilo de una
canción que lo remezca hasta el último rincón del alma, cuando escucha la
canción de sus amores.
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La serenata más
apacible y pura quedo desde siempre, engarzada en algún rincón del alma y la
historia musical de Huehuetenango. Este girón
amado de la Patria Guatemala, vestida de siempre verdes primaveras. Las marimbas constituyen la música vertebral más
lucida y serena, la que la mantiene izada en el ósculo más tierno del recuerdo.
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Al genuino
huehueteco la serenata le corre por las venas con la misma emoción y
fraternidad del ser enamorado de su tierra. La serenata nutre al espíritu y
este a las raíces ancestrales de la tierra. Esa energía vital, benigna y soñada
surge musical en la inspiración fraterna
de los hijos prodigiosos, fecundos y soñadores. Por esto y mucho mas, los
celajes no cesan en el horizonte divino de Huehuetenango.
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Durante cada
serenata, el caudal de música que recorre las calles es inmenso. Los pasos,
además de los holas, las miradas, los adioses y los gestos están y van salpicados de música.
El ímpetu
total del visitante también sabe a música. Música que es lámpara y hermana,
desde ese total ayer, del hoy y del siempre.
Bendita la
música, el nardo, la poesía. Nada habrá más jubiloso en el tiempo vital de
Huehuetenango y sus antañonas serenatas.
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La serenata es
un legado fervoroso y bullanguero, nutrido de tiempos y espacio, de evocación y
ternura, de recuerdos y nostalgia.
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Pareciera
que, cada quien, celebra lo suyo, pero es un acto colectivo musical que llena
con su canto y esencia los cuatro puntos cardinales de esta ciudad, constituida
esa noche, la capital de la música.
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Rememorar
esta noche los pasos de los primeros serenateros, músicos y marimberos del
ancestral Huehuetenango, alla por la década del siglo veinte, constituye un
homenaje a la flor y nata de los enamorados de los enamorados de esta tierra
que forjaron una tradición a base de constancia, cariño, tesón y esperanza.
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¿Cuántos
arrebatos sutiles habrán quedado en los geranios o en el encanto de las rosas
las noches de serenatas? Hay plenilunios dispersos en su historia gallarda, musical.
Plenilunios
en flor y caramelo en la vertiente azul de los recuerdos y la rosa amada de los
pasos.
Plenilunios
que al fin, ensortijan el anhelo de volver por Mi Chiantlequita,de don Manuel Rodriguez Rodríguez, Las Tres Marías,
Muchachos huehuetecos, o Tenis Club de Don Emilio Alejandro García; Migdalia
Azucena y Lagrimas de Tema de don Gumersindo Palacios Flores o, finalmente Mis
Tristezas de don Eliseo Castillo. Forjadores, todos, de melodías en el diapasón
celeste de la vida y el disperso clangor de las campanas.
Así y solo así, el corazón de amplias alas
demuestra que pudo más que el silencio y la nostalgia, en el devenir de la
memoria, anclada en el hormigo y la música que rebalso sus corazones de
vocingleros soñadores y amantes por los cuatro costados y estaciones de la
marimba querendona y conquistante.
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Guardada en
las niñas del recuerdo y del corazón redondo y rojo gravita la serenata. Ahí
pervive y aletea con emoción y ensueño. Con nupcial encanto y fraterna
algarabía. Con el lenguaje musical canoro, dulce, irrepetible.
La ciudad
vaga por los senderos de la música; salta la devoción, arriba el encanto.
Aletea en la luz genuina, en el ensueño. Retoña en el corazón, ahora y siempre.
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La serenata
rememora tiempos idos. Los serenateros de corazón anclaron en el recuerdo toda
una gama de notas musicales a la luz de la luna, en el Huehuetenango ancestral
y eterno.
Hoy,
rememoramos ese rito o costumbre de sacar la música del olvido y la distancia.
Hay fiesta
en el corazón, pues cada quien, recuerda a su manera y antojo a aquellos
serenateros que inundaron las calles de este pueblo con música, voces y poesía.
………….
La
congregación de instrumentos para celebrar la tradición, supone hermandad y
sintonía.
Marimbas y
guitarras, esparcen a los cuatro puntos cardinales las notas musicales mas
preciadas por su ritmo y cadencia, por su encanto y devoción, por su filigrana
y sabor, que llegan al corazón, al espíritu, al ser total que ya presiente una
baño de pureza interior.
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Serenata
huehueteca mi corazón se abre y te celebra colmado de recuerdos y algarabía .
En su centro
vibran noches de esplendor, forjadas ritmos de valses o pasodobles al otro lado
de la historia.
Serenata huehueteca
engarzada te llevo en la memoria, en los sueños, en la vida. Puede más tu rio
musical que las sombras, como las sombras de
la luz y el silencio. Puede más tu mágico recuerdo y algarabía de
marimbas que toda la indiferencia y estridencias juntos, en ti no caben
homenajes póstumos, ni revuelos platónicos de tosca devoción y arribismo de la
cultura oportunista, desgarbada y oficialista.
Francisco
Sosa Ruiz, 2,009
……………………
UN ARTICULO
ENJUNDIOSO, DE MUY PECULIAR ESTILO, PUBLICADO PRIMERO EN EL DESAPARECIDO
PERIODICO ¨ EL GRAFICO ¨ Y LUEGO EN EL LIBRO ¨DIARIO DE UN ESCRIBIENTE¨, DEL
ESCRITOR GUATEMALTECO MANUEL JOSE ARCE; CONOCIDO POR POCOS, LEVANTO POLVO ALGUN
TIEMPO.
HOY, LO
CONSIGNAMOS COMO UNA MUESTRA DE LA FAMA QUE ALCANZARON LAS SERENATAS A NIVEL NACIONAL E INTERNACIONAL
EN LA DECADA DE LOS OCHENTA.
+
SERENTA DE
MARIMBAS EN HUEHUETENANGO
Escribe:
Manuel José Arce
Solo podía
haber sido el Chepe Ernesto Monzón ave
canora y canosa, jilguero en motocicleta, guardabarranca con anteojos) quien
fuera nuestro guía en el viaje al milagro.
En donde
termina octubre y comienza noviembre, los Cuchumatanes se dan un insólito baño
de música: las calles friolentas de Huehuetenango queman en hogueras de música
todas las marimbas. Las montañas se desvelan, se pasan la noche con el ojo
pelado y oído despierto, alborotadas por las marimbas, cientos de marimbas, manifestaciones multitudinarias de
marimbas que llegan, belicosas, a subvertir el orden establecido del silencio.
Todo se
vuelve marimba esa noche. El agua de las pilonas de los patios huehuetecos
suena a marimba. El llanto de los patojos suena a marimba. Las costillas de los
chuchos callejeros, los besos calientes pero castos de las parejas de traídos,
el reuma a de las viejitas, las jícaras de bebidas perfumadas y los vasos de guaro,
las piedras resobadas de las calles, los cites cirrosos de tanto camina r ora
llanta de camión a tuto, ora caite con indio a memeches) suenan a marimba.
Hasta las campanas coloniales de amplias
y sonoras naguas de bronce, se apean de las torres y se meten dentro de la
multitud para cantar con dejos de madera.
Todo se
vuelve marimba esa noche.
Las calles
de Huehuetenango se transforman en abiertas cañerías de música que va, de
ventana en ventana, con chorros abiertos.
Los
¨talalaguas¨chiantlecos le echan el gallo al mundo al compas de las baquetas
infatigables. Paco Pérez se fuga de la sombra del tiempo y se va, por calles y
callejones, desgranando sus maravillosas ramplonerías en las ventanas florecidas
de traídas de ojos grandotes en los que cabe el cielo limpio y de bocas
diminutas como cunas de besos. La luna de Xelaju emigra Huehuetenango.
Esa noche
hay más marimbas en la tierra que estrellas en el cielo.
Esa noche
todos los arboles tienen envidia del hormigo. Esa noche las chiches de los
tecomates amamantan los oídos de toda la gente. Huehuetenango se transforma en
un vaticano de la grey de las canciones.
Y después,
cuando ya mato el frio de la ciudad, la música se va, amorosamente,
victoriosamente, a matar el frio de la muerte.
La música se
congrega en el cementerio y cada quien le canta a su muerto la canción que mas
amaba el difunto cuando era parte de este mundo. Y, allá en un rincón del
nicho, bajo el frízer de la losa, una brasa enciende, crece se vuelve vida
instantánea y los muertos reviven, recuerdan, despiertan y a lo mejor, camtan
quedito la vieja cadencia amorosa y quien quita hasta bailan para
desentumecerse de estar acostados.
En el cielo,
el Ángel del Señor se queda baboso y piensa: -Ay juer y no era con una trompeta
que yo tenía que despertar a los muertos pues?
¡Habérmelo dicho y habría aprendido a tocar marimba!
Porque las
serenatas de marimbas de Huehuetenango, verdaderamente, son cosa del otro
mundo. Es milagrote grande y alegre. Es transfusión de vida para los muertos y
para los vivos que vivimos mediomuertos. Aguacero fecundo en que los tenores
suenan a pájaro y los bajos retumban como volcán. Y no son babosadas. Toda la
ciudad se vuelve Patria esa noche.
Y a uno se
le pone el corazón con piel de gallina. Y el que no tiene novia se jode porque
no haya que hacer con tanto amor que florece adentro. Hasta los mudos cantan.
Hasta los huecos se sienten muy machos. Hasta las piedras bailan. Hasta el
cielo se agacha para oír mejor. Y Dios le da gracias a DIOS.
……………………………..
----------
EN TIEMPO
MAS RECIENTE, APARECE LA PUBLICACION DEL LIBRO: TAURO II, VERSO PROSA Y RELATOS
DEL DR. JORGE LUIS CALDERON TARACENA. EN EL MISMO SE INCLUYE UN ARTICULO SOBRE
LA SERENATA DEL DIA DE LOS SANTOS. EN EL MISMO SE CONSIGNAN NUEVOS ACTORES Y
VIVENCIAS DE LOS PROTAGONISTAS, AL ESTILO DEL REFERIDO AUTOR. SE CONSIGNA A CONTINUACION EL CONTENIDO DE LA
PUBLICACION:
La Serenata
de ¨El día de los Santos¨, se volvió tema de disputa, porque unos como Laura García
Soto Q:P:D., decía que su hermano Rodrigo Q:P:D., había sido el primero en
llevarle serenata, frente a la puerta del Cementerio General de esta ciudad, a
una su novia que se había muerto,…Es cierto que Rodris tenía una marimba donde
cabíamos 3 personas, como en efecto sucedió una tarde que tocamos en el Teatro
Municipal, con motivo de una velada infantil, Rodrigo, mi hermano Romeo y
Yo.---Ahora bien, a Choligo nunca le conocimos novia y murió a una edad mayor,
solo, completamente solo, soltero.
Chanco
Alvarado –Miguel Ángel-, protestaba, diciendo que él en compañía de otros 2
paisanos, habían sido los primeros en llevar serenata al Cementerio, tocando y
cantando con guitarras.
Y nosotros,
Alejandro Castillo Mauricio, Q: P: D: Rodrigo García Soto, Choligo Q: P: D,
Gustavo Galindo Castillo y Yo, Jorge Luis Calderón Taracena, estamos seguros de
haber sido los primero en celebrar el Día de los Santos, con la Marimba Andina,
de Don Simeón Castillo, tío de Alejandro. En este instrumento que cargábamos en
hombros, mi hermano Romeo, Tavo Galindo, Alejandro, Choligo y Yo, llevamos
también, serenata a Laura García Soto, por encargo de Guiche Rivas, que la
enamoraba, en la misma primera avenida –hacia el poniente- vivía Magda Gordillo
que era pretendida por Carlos, mi hermano, y también le tocamos dos
piezas: ¨DESPIERTA y ¨MIS TRISTEZAS¨, hechas por Don Eliseo Castillo y que, hasta
la fecha son las preferidas para dar serenata a las novias que se supone ya
están en la cama durmiendo o ¨volando oreja para oír las melodías de su
enamorado.
Después
cargábamos con el instrumento – un marimbon que como pesaba-, hasta la casa de
Bertita Recinos Q:P:D., que fue esposa de mi hermano Romeo y madre de Willy
Q:P:D: y Vilma María Sucel Calderón Recinos, hoy esposa de la Vicky Gantembain
cerca quedaba la casa de don Rómulo Nufio y Alejandro pretendía a una hija –
Laura Nufio, hoy viuda de Andrino, tocábamos unas tres melodías y de allí
seguimos para el cementerio general, donde volvimos a tocar DESPIERTA, MIS TRISTEZAS Y TUS OJAZOS MARIA.
La noche
transcurría hacia el amanecer y para guardar la marimba ANDINA, teníamos que
llevarla hasta la casa de Don Ricardo Villatoro que quedaba frente al Calvario
– la Iglesia El Calvario. A pocos metros de la casa de don Ricardo vimos
aparecer sobre el cerro de Chinaca, el disco luminoso y caliente del Astro rey,
el sol, pues ya eran las seis de la mañana de Primero de noviembre. Jóvenes y
bien alimentados, sin necesidad de echarle a los tragos, aguantamos
perfectamente la desvelada.
………………….
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EN LA
BUSQUEDA CONTINUA DE HAYAR ALGO NUEVO QUE DECIR, EL AUTOR DE LA PRESENTE
SELECCIÓN, ESCRIBIO OPORTUNAMENTE UN ARTICULO PARA REFERIRSE A LA SERENATA, NO
SOLO COMO TRADICION PERPETUA E INTEMPORAL, SINO REFIRIENDOSE A LA PURIDAD DE LA
MISMA, A LOS ACOSOS DE LAS ESTRICENCIAS Y A CIERTOS CAMBIOS BRUSCOS E
INEVITABLES QUE HA SUFRIDO EN LOS ULTIMOS TIEMPOS.
LEAMOS CON
DELEITE Y AL RITMO DEL SON SAL NEGRA.
LOADA SEA
LA SERENATA
FRANCISCO
SOSA RUIZ
En el curso
de los años la serena Serenata ha ido perdiendo su autenticidad; vale decir que
se inicio como un acto puramente amoroso, movido por los sentimientos y su desvarío
se ha ido marcando paulatinamente. Se pretendía con ella despertar a la amada o
evocar al ser ausente de este mundo. Corrían los años esplendorosos de mil
novecientos treinta y pico, cuando ya las primeras marimbas, tenorcitos y
guitarras eran ejecutados en lugares precisos para saturar el ambiente de
melodías y robarle el corazón al sueño, al silencio, a la noche.
Un pañuelo
blanco y perfumado surcaba en la ventana y en el confín del aliento un amoroso
corazón redondo y rojo palpitaba de gozo. La amada estrujaba su pecho y sentía
gravitar muy dentro el alado cariño de su galán. La luna iluminaba de lleno la
ciudad y el recóndito trajín de las horas parecía diluirse en la alegría
bullanguera de los músicos, marimbistas y marimberos.
Los sueños
emigraban al altísimo y las voces apacibles se regaban por las calles ufanas
del tiempo y el espacio. Se estaba fundando para nuestro terruño: Huehuetenango
una luminosa tradición, salpicada de voces, bordada de marimbas, tachonada de
guitarras, festejada de sones.
Hacia 1,950,
ya no eran dos o tres marimbas. Eran racimos de marimbas, las cuales se adueñaban del ambiente y se refractaban en los
recuerdos tristes del cementerio. Hacia mil novecientos sesenta la constancia y
la perpetuidad habían trascendido. Se
iniciaron las visitas de conjuntos venidos de otros pueblos. El corazón palpitaba
su luz en la belleza apacible y pura de la mujer huehueteca, era el fulgor y
destello, para entonces, de las marimbas:
RIO BLANCO y RITMOS DEL SELEGUA.
Los maestros Leandro Palacios, Emilio García, Gumersindo Palacios, Augusto Palacios, entre
otros, conformaban las luminarias musicales en ese entonces... fueron años de esplendor. El auge hundió sus raíces. La música en
marimba cundió casas, calles, barrancos; se aferro a las puertas, anego camas,
inundo corazones, bajo recuerdos, revolvió tristezas, restaño heridas, dio
flechazos musicales en suma. Ahí sonaban de moda las melodías criollas: MIS TRISTEZAS, TUS
OJAZOS MARIA, LAGRIMAS DE THELMA, MIGDALIA AZUCENA, AÑORANZAS, LINDA GUERITA,
EN CUILCO ME ENAMORE,MI LINDA KELY, MI
CHIANTLEQUITA, LAS DOS SARITAS, LOS TRES JORGES.
En la década
de los setenta el desborde fue aún mayor.
Los grupos de cuerdas se sumaron con entusiasmo y las marimbas de otros
pueblos se unían a la algarabía. La promoción de los grupos se inicio en el
parque central. Ahí se instalaron las
ventas de buñuelos, caliente, café,
tamales. Los vueltines alrededor del parque eran ya una costumbre y muchísimas
familias concurrían para contribuir al realce de las actividades. La serenata así,
se resistía a morir y cobraba nuevos alientos.
En la década
de los ochentas los grupos de cuerdas y la estridencia de los altoparlantes
ambulantes, así como grupos electrónicos marcaron un sesgo a la ya considerada
tradición y filtraba voces y sonidos, más allá del roce cadencioso del hormigo.
Se trastocaba la puridad y se daba paso
a una serenata modernizada.
Ya en la
década de los noventa se puso el grito en el cielo, dada la transculturización
de la tradición. Grupos culturales se dieron a la tarea de proyectar su rescate
y propusieron una especie de ¨acuerdo gubernativo¨, donde se establecían los
porcentajes de música criolla, nacional y extranjera, como si la música pudiera
medirse en tantos por cientos, matemáticamente hablando. Establecieron que no
hubiese actividades ajenas a la serenata, como bailes con discotecas o música
con altavoces que no fuera marimba. Pedían menos estridencia, menos influencia
extranjera.
La idea es
buena, debe rescatarse, fijando limitantes, pues los mariachis provenientes de
Chiapas, México, atentan contra el espíritu marimbistico de la actividad y la
condenan a una paulatina muerte, como es el caso también de las tarimas
gigantes que colocan emisoras mercantilistas para la ocasión, sobre todo en el
mero corazón de la ciudad, donde todo parece desnaturalizarse esa noche, con la
saturación de ventas de comida chatarra, al igual que las bebidas embriagantes
y la excesiva contaminación visual de la propaganda de bebidas espirituosas.
Eso riñe y esta fuera del rol propiamente, de la genuina serenata, que atrae a
propios y extraños: LA SERENATA DEL DIA DE LOS SANTOS.
Algo
maravilloso, digno de resaltarse, mencionarse y subrayarse es la presencia de
las marimbas sencillas que ejecutan sones, música que realza la identidad de la
Patria. Sones hermosamente melancólicos saturan la atmosfera.
MARIMBA
ORQUESTA REYNA MAM
Eterna
participante de las serenatas.
ADALBERTO
HERRERA CASTILLO
Poeta
huehueteco que brillo en muchos lugares del país, se inspiro en la Serenata de
Huehuetenango. Muestra de ello es el poema que se consigna a continuación:
VIEJA
SERENATA CRIOLLA
La humilde
esquina del barrio se ilumina
En la
penumbra de la noche
En que
deambula la serenata del pueblo.
Músicos
tranochadores que fantasmiza la luna
Afinan sus
instrumentos amortiguando los trinos
Bajo el silencio
complice del balcón donde revienta
En
florilegios de bohemia la dulce tonada criolla.
El cierzo de
la noche parece agitar en los vitrales
Magnolias y
crisantemos de luna; los cigarrillos
Tejer un
velo de novia en los retorcidos hierros
Del balcón donde
tirita el alma enamorada.
Vengo a
turbar, en romantica noche de quietud
Tu castísimo
sueño virginal con la voz de mi laud
Claman en
tierno duo la voz y las guitarras, en tanto
Que a lo
lejos la campana de la torre da las doce
Y aparece
sigilosa tras la abierta celosía
En la
penumbra, la Julieta del incognito Romeo…
Las
canciones se suceden y las notas estimulan
El coloquio
salpicado de promesas, de suspiros
de calidas palabras siempre nuevas, siempre
dulces
al oído
enamorado, aunque siempre son las mismas,
las eternas
y encantadas de la eterna humanidad.
Los bohemios
aturdidos rien, cantan y se inspiran
Bajo el
tenue parpapadeo del farol de la cantina
Pero súbito
se callan, porque pasan por la esquina
Silenciosos
y embozados los soldados de la ronda…
Luego,
rumor, de pisadas discretas que se alejan,
Cigarrillos
horadando la noche en la distancia,
Sombras
desveladas, calle abajo silbidos, cuchicheos
Y siolencio:
el silencio de las calles ateridas
A la hora en
que irrumpe el clarín del primer gallo.
Vieja
serenata criolla, prolongación romantica
De la vida
colonial impregnada de leyendas
Timido
esbozo del romance popular anónimo,
Que
infiltras en el alma de la ciudad adormecida
El néctar de
tus lirismos tan gratos al corazón.
Vieja y
dulce serena5ta, complice de los balcones
En donde
tiembla el pudor de las timidas doncellas
Y florece el
amor en blancos crisantemos de luna:
Sigue, sigue
hilvanando notas sentimentales, tiembla
En la noche
como un ruego delante de la musa criolla;
Por mas que
los tiempos cambien
¡no caera en
el vacio!
COMPOSITORES
HUEHUETECOS Y SUS CREACIONES QUE LE DAN
VIDA A LA SERENATA
Don Eliseo
Castillo: Este insigne autor de innumerables melodías, nació en Huehuetenango
el 14 de junio de 1,879. A pesar de mencionarse que es autor de más de cien
melodías, vuelve a la vida con sus
conocidas composiciones: DESPIERTA, MIS TRISTEZAS, -melodia conocida como
EL HIMNO DE HUEHUETENANGO -, por su exquisita belleza y ritmo, DOLOR,
ECOS DE LA SIERRA, AMOR Y COPA DE NIEVE. Debido a su popularidad, sobre todo a su fama,
el recordado Dr. Horacio Galindo, le dedico el libro AVE SIN NIDO, en el cual
se reseña la vida y obra de tan insigne compositor. Un busto a su memoria se
haya expuesto en el Parque El Calvario de esta ciudad.
Simeón Castillo.
Fue miembro prominente de la MARIMBA ANDINA, misma que se menciona como la
primera que existió, para amenizar los diversos actos cívicos y populares. Era
especialista en ejecutar el conocido instrumento llamado CLARINETE, con el que
ejecutaba de manera especial EL HIMNO DE GUATEMALA.
Efraín
Castillo Mauricio. Hijo de Don Eliseo Castillo, brillo por su inspiración de la
melodía TUS OJAZOS MARIA y la recordada:
DAME TUS OJOS. Falleció joven, cuando apenas cumplía 24 años.
José Ernesto
Monzón, conocido como Chepeneto, en el ámbito artístico de la capital. Autor de
innumerables melodías, dentro de las que destacan: LA SANJUANERITA,
HUEHUETENANGO, CANTO A GUATEMALA, LA LUZ DE TUS OJOS, MENGALITA DE MI TIERRA,
livingston, EL CHONGUENGE, VIVA SAN MARCOS, MUÑEQUITA, MADRE Y OTRAS MÁS. Fue declarado EL
CANTOR DEL PAISAJE. El teatro municipal de esta ciudad fue bautizado con su
nombre,
Paco Pérez:
nacido en esta ciudad el 25 de abril de 1,916, en una casa que estuvo en el
lugar que hoy ocupa el llamado centro de Beneficencia EL AMPARO DE SAN
JOSE. De pequeño fue llevado a
Quetzaltenango, lugar donde estuvo, vivió y se inspiro en la LUNA DE XELAJU,
creo otras melodías, como CHICHICASTENANGO Y SANJUANERITA, totalmente diferente
a la creada por José Ernesto Monzón.
Gumersindo
Palacios Flores: nació en esta ciudad el año 1,904. Su más popular melodía
constituye LÁGRIMAS DE THELMA. Prolífico compositor que se le recuerda con
cariño, otras de sus composiciones son: SOLEDAD, MIGDALIA AZUCENA, EL TROMPUDO,
HERMOSA MARGARITA, CLUB DE LEONES, LOS 3 JORGES, FLOR DE LUZ, FLORECITA, BETTY,
CONJUNTO MAM, CLAVELLINAS NEBAJENSES, FIESTAS JULIAS, VIRGENCITA DE CONCEPCION,
JUMAJ DE MIS ENSUEÑOS, AURA MARINA, ETC.ETC. La escuela de Marimba de esta
ciudad fue bautizada con su nombre.
Emilio
Alejandro García: nació en San Pedro Neta en 1,904. Ejecutante del instrumento
llamado CARAMBA, integrante fundamental de la Marimba RIO BLANCO y otras más.
Autor de múltiples melodías en marimba, dentro de las que sobresalen:
VIRGENCITA DE PLATA, GOLONDRINA, MUCHACHOS HUEHUETECOS, RECUERDOS, TENIS CLUB,
MUÑEQUITA LINDA, TERNURA, BAJO LAS SOMBRAS DE TUS OJOS, EL CHATO LIZ, SIN PODERTE OLVIDAR Y otras más.
Victor Wostbely Aguilar, nació en Huehuetenango mas tarde se
avecindo quetzalteco, sus mas destacadas melodías son: LOS CUCHUMATANES, AROMAS
DE MI TIERRA, LOS TRECE, LA PATRONA DE MI PUEBLO, TRISTEZAS QUETZALTECAS,
ACTUALIDAD, OCCIDENTE, AÑORANZAS, la que no debe confundirse con el blues
añoranza de autor anónimo. Este autor compuso alrededor de cincuenta melodías
para marimba.
Otros
recordados compositores de música
serenatera, dignos de mencionarse son: Herman Fuñes Castillo, Miguel Ángel
Alvarado Morales, Edgar Fernando Calderón Tesen, Gilberto López Castillo, Mario
Herrera, Manuel Rodríguez, Elpidio Cano, Efrén Villatoro Molina y Gonzalo López
Rivas, célebre por su CANTO A MI HUEHUETENANGO.
……………………………
NOMBRES
DE ALGUNAS MARIMBAS SERENATERAS A LO
LARGO DE LA HISTORIA:
Se menciona a LA MARIMBA ANDINA, dirigida por don Eliseo Castillo, como la
primera marimba doble que participo en una serenata huehueteca. Sin orden de aparición, mencionamos
otras, LA VOZ DE LOS CUCHUMATANES, RIO BLANCO, REYNA MAM, RITMOS DEL SELEGUA,
NIÑA CAMINERA, MARIMBA TRES DE MAYO, IMPERIAL CLUB, ECOS DE SELVA, MARIMBA DE
LOS HERMANOS MARTINEZ, MARIMBA PRINCESITA, ETC.ETC.
DE LAS
MARIMBAS SENCILLAS, EJECUTANTES DE SONES, POR EXCELENCIA: INDITA BARBARENSE,
FLOR DE CAÑA, NARANJA DULCE, FLOR BATANECA, HERMANOS RAMIREZ, ETC. ETC.
………………
Advierte Don
Carlos Gordillo que a las primeras ¨serenatas¨ se les llamo gallos, a secas.
–Esta noche va a haber gallo mucha…dice que decían y puntualmente se juntaban
los músicos, que, sin pedir el permiso correspondiente recorrían distancias
diversas con el fin de complacer a quienes llevarían música a la novia o la
enamorada.
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LA MARIMBA
Escribe:
DANTE CARMIN
La marimba es un
instrumento de edad intemporal que ha ido evolucionando gracias al ingenio de
quienes se sienten cautivados por su música y quedan presa de encanto,
envueltos en una pasión que no los abandonara jamás, ni detrás de su propia
muerte.
Es un instrumento
mágico que emite sonidos percutados con fluidez y precisión, que luego de ser
difuminados por el viento asoman flor adentro del espíritu para aletear
asombrosamente en el lugar mas vulnerable del alma. Esa virtud, corona el recuerdo y se filtra
con suma sutileza a
Los sentidos.
A ella le han cantado
la mayoría de los mejores escritores de Guatemala, en versos salpicados de
ternura, alegría, tristeza, nostalgia, dolor y llanto. Son innumerables los
poemas y las formas dedicados a su nombre. En honor a ella se han escrito
cientos de cuartillas dechadas de cantos,
Elogios y flores.
Ejemplo de ello esta el Parnaso a la Marimba, que constituye la compilación de
los mejores sonetos, liras, decimas y otras figuras poeticas, hecha por el
desaparecido intelectual guatemalteco Rigoberto Bran Azmitia.
La marimba tiene un
encanto ultraterreno que envuelve a todo aquel que la escucha con el corazón.
Su hermosura trasciende los arcanos cielos y sublimiza los sueños idos bajo una
torrencial luz multicolor que se requiebra en los cristales pulidos de la
palabra.
Su voz pareciera
venir desde las lejanías azules, alla donde borbotan los arcoíris o los celajes
esplenden con el mismo encanto de los ruiseñores o los guardabarrancas.
Ella mece los sueños
y engalana los sonidos noctámbulos de la brisa febril que esparcen a los cuatro
vientos de esta cara patria Guatemala.
Por ella vibra,
silba, trina, llora. De su cuerpo moreno emigran las estrellas y las emociones
invictas fosforecen de alegría.
Y es asi como todas
las serenatas, de todos los tiempos de Huehuetenango, otra vez estará presente
para inundar con su música todo lo visible y movible a dishoras de la noche.
Regiran de nuevo con sus cantos de madreselvas. Preciosamente surgirá
bullanguera su música ancestral. Su voz se hara presente para iluminar su
sitial amoroso y triunfal, en el corazón de los genuinos huehuetecos, de los
que aman su rescate y vigencia. De los que baquetazo a baquetazo la hacen
vibrar y sentir felizmente terrenal y la colocan a la altura de los astros para
que la luz de su recuerdo no se apague y nos siga iluminando a través de esas
hermosas melodías de sempiterna algarabía, que manos creadoras volcaron al
pentagrama para nutrirnos la sangre de alboradas dispersas a de clarines soles
emergiendo del agua o de las sombras.
Volverá como otras
veces nuestra amada marimba.
Sonara con el orgullo
voluptuoso de siempre, para escarbar la nostalgia y sepultar las lagrimas que
alguna vez fluyeron de ojos iluminados por la luz de otros ojos. Volverá y
colmara nuestras raíces. Besar nuestro aliento. Envolverá nuestro sueño.
Eclipsara angustias. Esfumara la sal de las lagrimas. Sutil y frescamente
ondeara en las mejillas de las chapudas traídas de nuestro Huehuetenango.
Opacara los trinos. Revestirá a las rosas.
Será la reina
elocuente de los besos. Coronara y refrescara las memorias y promesas. Bailara
en cada poro a media luz u nunca jamás se borra ra su huella. Acariciara las
canas de las abuelitas.
Madre marimba: flor
alada, constelación de recuerdos en la escala nupcial de las guarimbas.
Constelación de recuerdos. Hijita del hormigo; del árbol que canta mientras
duerme. Tu voz es la mas alta de la tierra. Insignia de los bosques y los ríos.
Corazón musical de mis Cuchumatanes.
Que tu cuerpo vegetal, habitado de las horas
mas dulces de los siglos recorra las calles de este pueblo y se funda a los
latidos del corazón para reencontrar la ternura.
Bienvenida a esta
nueva serenata, oh, noble MARIMBA.
DE LA PLUMA DE
ARNOLDO TANCHEZ PALACIOS LOGRAMOS UN INTERESANTE
ARTICULO SOBRE LA
TRADICION. EL MISMO FUE PUBLICADO ORIGINALMENTE
EN LA REVISTA ¨EL
HERALDO DE LOS ALTOS OCTUBRE DEL 2,010
LA SERENATA
HUEHUETECA
BELLEZA
MUSICAL, HERENCIA Y ESPLENDOR ANTES DE SU DECADENCIA
ARNOLDO TANCHEZ
PALACIOS
Antes que las tradiciones se volvieran negocio y oportunidad
de algún beneficio, antes que la tecnología ocupara espacios, la serenata
huehueteca no necesitaba micrófonos ni bocinas para que fuese escuchada por la
mujer huehueteca que, impaciente esperaba las melodías en marimba o voces
acompañadas de guitarras se colaran por ventana y balcón, se sintiese amada por
aquel privilegiado que llevaba la serenata así por los barrios y cantones de
una serena ciudad.
Oficialmente, es el año de 1,940 cuando da comienzo la
Serenata por ese corazón enamorado y
musical de Rodrigo Garcia Soto. Ciriaco Gutierrez y Manuel Galindo, se solicita
permiso a la jefatura política y es frente a la casa ubicada en la 1ª. Calle y
3ª. Avenida, zona 1 donde se inicia la misma, sin saber el grande de la idea
serenatera que trascendería la misma para volverse una tradición. En 1,937-38, ya se tenia en mente la
serenata, con obreros y vecinos que se reunian en un taller de zapatería –hoy
5ª. Calle y 5ª avenida esquina- finalmente tiene su arraigo oficial el 31 de
octubre para el amanecer del primero de noviembre y por eso se le denomina ¨Serenata
del dia de los Santos¨ Pero tambien en 1,930 suenan albores de serenata, tanto
1,930 como 37-38 son un par y dualidad,
pero historias aparte aparecidas en pequeñas crónicas en algunas publicaciones
en el siglo veinte, pero hay un poco mas en estos antecedentes de serenatas en
Huehuetenango.
Alla en 1,825 cuando se declaro Villa a este lugar, dice la
antigua crónica que hubo desborde de vecinos congregados en la Plaza de Armas y
se dejo escuchar música , cantos y canciones en horas de la noche con el
estreno de faroles en dicha plaza, llevaron muchos instrumentos. Mas adelante
en 1,910 se conoce, no solo de la gama de músicos huehuetecos, el ultimo
despertar de marimbas sino de un grupo de mexicanos que alrededor de una fogata
interpretan corridos y rancheras allá por Chimusinique, acompañados de
guitarras y guitarrones.
Músicos de la talla de don Eliseo y don Simeon Castillo a la
vez compositores, además don Gumersindo Palacios, don Milo Garcia amigos de
corazón de la marimba y toda esa herencia musical marimbistica de huehuetecos
en conjuntos y marimbas como Marimba Andin, los chorchas, Hermanos Funes,
Ritmos del Selegua, Rio Blanco, de los hermanos Palacios, Reina Mam, alma
Argentina y tantas marimbas de Huehuetenango y entre melodías como Mis
tristezas, Lagrimas de Thelma, entre otras de compositores huehuetecos y
nacionales, la serenata tuvo su auge, esplendor y la tristeza cuando se llevo
la serenata al cementerio general por parte de los amigos de Manuel Galindo,
quien, ya no estaba para escuchar en vida esa serenata de la cual también fue
iniciador. O el año 1,941 cuando se agrego a la misma la concertina ALFA,
talentosos amantes de la música en su justo valor. Mas adelante se tergiverso
con otros sonidos manchando el pentagrama y hasta los balcones se fueron
cerrando, las novias ya no escuchaban mas una marimba o voces y boleros o una
exquisita balada. Las calles dejaron de ser punto de reunión de los muchachos
para ir a dar una serenata a la novia, la esposa, la enamorada o la amiga,
quienes tal vez o no, esperaban después de la medianoche la Serenata del Dia de
Los Santos o la del Miërcoles Santo, iniciada en 1,950 por los Hermanos
Palacios, entonces toda una gran tradición de huehuetecos para huehuetecos.
Para una serenata, Chepe Monzon el cantautor invito a Manuel Jose Arce
visitar Huehuetenango, por lo cual este hombre de letras escribia en la columna
DIARIO DE UN ESCRIBIENTE, en el perioidico EL GRAFICO, sobre el ambiente
serrenatero de una noche huehueteca.
Aquellas noches de serenata en Huehuetenango, en esta
centenaria ciudad, sus momentos, o grandes momentos fueron de 1,940 y se alargo
hasta los años setenta, repentinamente la decadencia con el excesivo numero de
bocinas por todas partes con otros tipos de musicalizaciones ya grabadas, se
terminaba para siempre el enamorado frente al balcón de la amada y de
huehuetecos enamorados de la noche acompañando, siguiendo y escuchando las
marimbas del pueblo.
Alguien, quizás recuerde el año de 1,956, cuando por vez
primera se escuchaba una serenata del dia de los Santos en el parque central
transmitida por la primera emisora de radio T.G.A.G., fue un momento también
único, pero hoy todo ha ido quedando en el tiempo, perdido e irrecuperable.
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En la Revista NOVEDADES publicada hace algún tiempo apareció
un artículo escrito por MIGUEL ANGEL ALVARADO MORALES, describe en el datos
importantes para ser conocidos por quienes se interesen en la búsqueda de datos
sobre la Serenata del Da de los Santos.
COMO NACIO LA SERENTA
DEL RECUERDO DEL DIA DE TODOS LOS SANTOS ENLA CIUDAD DE HUEHUETENANGO.
Escribe MIGUEL ANGEL
ALVARADO MORALES.
Autor y compositor
huehueteco.
Fue una 31 de octubre del año 1,937 cuando en la fábrica de
calzado IDEAL, propiedad del señor FORTUNATO MONT, ubicada precisamente donde
esta ubicada la Cooperativa Inmaculada Concepción, en la 5ª. Avenida y 5ª.Calle
esquina de la zona 1 de la ciudad de Huehuetenango, donde trabajaban, entre
otros, los señores Jose Luis Reyes, Miguel Angel Alvarado Morales, Rómulo López
Cano, Celso Ramos, Juan González y el salvadoreño Adán Vásquez Rosales y a eso
de las tres de la tarde Miguel Angel les dijo: oigan mucha, saquemos la
SERENATA DEL RECUERDO, esta noche. ¿Por qué del recuerdo?, le pregunto Jose
Luis Reyes; porque es para recordar a los muertos y porque mañana es día de
Todos los Santos; contesto Miguel Angel; de acuerdo exclamaron todos a una voz
y nos podemos reunir esta noche en el Marquesote a las diez de la noche; esta
bien, allí nos juntaremos dijo Miguel; pero le sugirieron que le avisara a su
hermano Ruben para que cantara el dueto.
En ese tiempo existía
el dúo ¨LOS CANCIONEROS DE LA QUINTA EL
PRADO 13¨ compuesto por los Hermanos ; Miguel Angel y Ruben Alvarado Morales. Se reunieron y sin solicitar
la licencia respectiva para poder cantar
en las calles de la ciudad, frente a las puertas y balcones de las bellas
huehuetecas, burlando con ello la vigilancia de la policía, salieron a las
calles a las once de la noche
El 31 de octubre de
1,937 dando la primera serenata en la casa de la señorita Graciela, la segunda
frente al balcón de la casa de la
señorita Glorinena Díaz, a la que le interrumpieron su sueño dorado con las notas
de las sonoras guitarras huehuetecas y románticas voces del aludido dúo. La
joven damita al escuchar la última canción, abrió la ventana y a través de los
balaustres del balcón, con un amoroso beso agradeció la serenata a su trovador,
que le había dejado su alma y corazón en las canciones que escribió y canto
para ella.
…luego de un recorrido y ancho de la ciudad, siendo ya de
madrugada culminaron su participación. Así concluyo la primera serenata,
iniciada la noche del 31 de octubre de 1,937. Desde aquella memorable fecha, se
siguió escuchando esta serenata, año con año, tres años después se escuchó la primera marimba pequeña,
ejecutada por el solista Rodrigo García Soto, en 1,940.
El verdadero padre de la Serenata de Huehuetenango, es,
entonces, Miguel Angel Alvarado Morales. Bella muñequita musical que sale a
cantar todos los 31 de octubre hasta amanecer el 1 de Noviembre, día de Todos
Los Santos.
…ahora con respecto a la serenata del MIERCOLES SANTO, no se
sabe cuando ni en que año se escuchó la primera. Se cree que rebasa los cien
años.
MARIMBA DE FINAS ERAS, ERES PLUMA DE QUETZAL
En el color de tus
ojos halle las brisas de tu encanto
Las respuestas de tus
sueños, la flor de tu perfume,
Los manjares de tu
risa, el ángel de tu anhelo.
Eras, entonces,
apenas, quinceañera marimba,
Trébol de luz,
enredadera ágil de la memoria
Símbolo vegetal en el
redondo corazón alado
De mi jubilosa
sangre, irrepetida y ágil.
Tu cuerpo de
relámpago, brisa, aguacero,
Ha desfogado su canto
en las hojas del turpial
Con su luz
cascabelera, y su imagen de cristal.
Brinde, entonces, con
mi lira por tu luz de primaveral
Y tu cuerpo ya
bordada, en mi raíz sin igual
Se
encendió como una hoguera de calor sentimental.
Tus sones, barreños,
zarabandas y zapateados
Se han ido moldeando,
uno a uno en el brocal
Del sueño y la
memoria, del alma, del corazón
Como afinado sustento
de tu amado instrumental.
Tú, te sueñas y
deliras con tu canto transversal
Inundando el
firmamento de esta tierra del Quetzal.
Guatemala te saluda,
te venera, se extasía,
Cuando cantas, cuando
lloras, cuando callas
O el color de tus
ojos se vuelve brisa en el tiempo
Triunfal y enjardinado del anhelo.
Tu blanca
iridiscencia, vegetal ensueño, gira,
Amanece rotunda y
apreciada,
En el fondo del ser y
en el recuerdo
De los años que pasan
y constelan
La floración de tus
ritmos y tus cantos.
Brindo por ti,
MARIMBA de corazón alado
Consuelo de
tristezas, bálsamo azul de etéreas nostalgias.
Torcacita de azules
firmamentos…
Alada ensoñación de
la memoria…
Trébol turquesa de
los años sin orillas.
Jade nupcial de los
arboles de hormigo.
Marimba, MARIMBA,
marimba, que tu voz no se calle
Que nos alegre
siempre, siempre, siempre,
Por los siglos de los
siglos, de los siglos.
MARIMBA DE PRIMAVERA,
ERES PLUMA DE QUEtZAl
ESCRIBIO: FRANCISCO SOSA
RUIZ
Poeta y Escritor,
laureado Nacional e internacionalmente